CAMBOYA, CUENTA PENDIENTE
“¡La prestigiosa victoria del 17 de abril de 1975 consagra treinta años de lucha revolucionaria del pueblo de Kampucha! Después de la era de lucha política, y bajo la clara y justa visión del Angkar, llevó a nuestro pueblo cinco años de lucha liberar al país de los imperialistas americanos y sus lacayos” (E.R. del 15-04-1976). “Se ha realizado lo que el pueblo de Kampucha esperaba desde hace dos mil años, es por fin el pueblo dueño de su propio destino” (E.R. del 15-03-1976)[1]
El 17 de abril de 1975 el Khmer Rouge comunista entró en la capital de Camboya, Phnom Penh. De inmediato se dio inicio a programas nacionales de ingeniería social en extremo inhumanos. Las atrocidades estuvieron a cargo de soldados campesinos analfabetos, pero fue todo planeado con anterioridad por un grupo de ideólogos de clase media que se nombraban a sí mismos: Angka Loeu (“

Tras la retirada de las tropas estadounidenses tanto de Vietnam del Sur como de Camboya, en Phnom Penh se instauró el régimen de Pol Pot, máximo líder de los jemers rojos[4], quien lideraría el país hasta octubre de 1979. Entre las primeras medidas que el régimen de Pol Pot implantó en el país estuvieron la eliminación literal de los conglomerados urbanos y la declaración de los habitantes de la ciudad como enemigos del Estado, la desaparición de la moneda, el comercio, el mercado, las escuelas, la literatura, toda forma de arte, cultura, y las religiones. La aniquilación sistemática de la oposición con sus familias y todos los que a los ojos del Estado eran declarados enemigos. Las víctimas de este sistema eran llevadas a prisiones de tortura en algunas de las antiguas escuelas, de las cuales la más notoria se encuentra en Phnom Penh, denominada Tuol Slang, la "colina de la muerte", hoy conocida como "museo del genocidio". Así mismo, a unos ocho kilómetros de Tuol Slang, en las afueras de Phnom Penh, se conserva hoy uno de los innumerables campos de exterminio en donde eran asesinados los llamados enemigos del Estado con sus familias después de caminar en condiciones infrahumanas desde las cárceles.
Tal proceso de reorganización de la sociedad camboyana significó entonces la oposición sistemática a todo progreso. Desde sus primeros pasos la revolución del Khmer Rouge avanzó con un radical colectivismo y un condicionamiento sin lugar a réplica de todos los instantes de los ciudadanos de Camboya. En tal sistema, sólo el poder no se compartía; su desarrollo convirtió a las poblaciones en instrumentos de producción.
La terrible lista de crueldades es interminable. Entre abril de 1975 y comienzos de 1977, los ideólogos marxistas-leninistas-maoístas terminaron con la vida de 1.600.000 personas, aproximadamente[6].
[1] François Ponchaud, “Camboya a sangre y fuego. Año cero”, Bs. As., Goyanarte Editor S.A., 1ª Edición diciembre de 1978, p. 180.
[2] François Ponchaud (1939-…) escritor, estudioso francés de la cultura temer y lingüista; es un sacerdote misionero católico perteneciente al Instituto Misionero de París que ha dedicado la mayor parte de su vida a trabajar con el campesinado camboyano. Fue uno de los testigos extranjeros de la guerra Indochina. Su principal obra, “CAMBODGE ANNÉE ZÉRO” (Camboya Año Cero) es el primer documento histórico que da testimonio a primera mano de lo que vivió Camboya desde el 17 de abril de 1975 con la caída de Phnom Penh, hasta 1979.
[3] Paul Johnson, “Tiempos Modernos”, Bs.As., Javier Vergara Editor S.A.,diciembre de 1990, p. 657.
[4] En abril de 1976 asumió la jefatura de Estado el líder de
[5] Paul Johnson, “Tiempos Modernos”, Bs. As., Javier Vergara Editor S.A., Diciembre de 1990, p. 658.
[6] Las cifras de los muertos durante el régimen de Pol Pot son todavía inciertas, algunos calculan alrededor de dos millones de personas de todas las edades y condiciones, cerca de una cuarta parte de la población estimada en Camboya.
Y todo esto lo organizó gente que procedía de las aulas de universidades europeas, lo más delirante del asunto. Querían borrar cualquier vestigio de la civilización humana, volver al año 0 y reedificar todo sobre esa nada, moldeando sobre la misma su utopía agrario-maoista. Llegaron a abolir la moneda, la enseñanza, el arte, el deporte, la religión, la familia. Todos los elementos “viejos” del ser humano debían limpiarse. Asumieron que para hacer su “limpieza” de todo lo viejo podría ser perfectamente necesario pasar de una Camboya con 7 millones de habitantes a otra con sólo 1 millon y medio.
ResponderEliminarTambién fue, aparte de uno de los genocidios más crueles, uno de los más extraños: la mayoría de las víctimas pertenecían a la etnia jemer. Algunos lo han calificado de "autogenocidio" por este motivo.
Lo increiblees que estas gentes que como dice Melvin,procedían de las aulas de universidades europeas,fusilaban a quien tenía gafas,por que deducían que podía leer,y era por tanto un "intelectual" peligroso,un subversivo,alguien a quien se debía eliminar.
ResponderEliminarLo más triste,es que esto modos y pautas de comportamiento son inherentes a la izquierda de hoy en dia:esa izquierda garbancera que no condena una dictadura asesina y sangrienta como es la cubana,si no que al contario,se manifiesta en su apoyo y defensa.
Seguro se llamarían a si mismo progresistas y se vanguardia iluminada...Déspués le preguntan a uno por qué detesta tanto a la izquierda... Ningún diario progre va a hablar del tema, si no hubiera sido por el post ni enterado que iban a juicio por genocidio.
ResponderEliminarSaludos
mi próximo trabajo es en Camboya...
ResponderEliminarveremos de que va la cosa!!!
un beso
Lucas
Me parece que la izaquerda en todo el mundo se hace llamar "progresista" ¿por que? ¿que tiene de prrogreso la reforma agraria llevada a cabo por oficinistas que no conocen el campo? Este tipo de gente dice ser compañero, amigo o camarada pero hasta allí llegan. Dicen ser de una sociedad sin clases, pero ellos si tienen privilegios como comida sitios exclusivos donde divertirse, asçi como esclavos y esclavas que los sirven a todos sus caprichos. Pero si alguien se los señala es es un retrógrada, enemigo del pueblo, alguien que no tiene por que estar en este mundo y merece la muerte.
ResponderEliminarQue tristeza, ver niños con fusiles, por ue son soldados de la "revolución" y por ella tienen que luchar hasta la muerte; pero los caudillos? No ellos tienen los medios para escapar de la justicia por que son el nom plus ultra, los que deben tener el mando ¿y los demás? bueno, ellos son material gastable para poder vivir ellos (los caudillos) bien